Artículo en La Vanguardia
Geógrafos y artes
Por GEMMA CÀNOVES y ANTONI TULLA, Coordinadores del Libro blanco de geografía y ordenación del territorio
El colectivo de los geógrafos profesionales y académicos españoles vislumbra algunos negros nubarrones en su futuro. El motivo se debe a que en el último borrador del real decreto de Ordenación de las Enseñanzas Universitarias, la materia de geografía aparece únicamente en la rama de artes y humanidades. Dicha clasificación está alejada de la realidad, dado que la geografía es una ciencia social. Situar la geografía en el paquete de las humanidades es un error.
Nos sorprende que el ministerio no atienda a un colectivo que ha dado muestras sobradas de su valía y profesionalidad y que elaboró el Libro blanco de geografía y ordenación del territorio,ampliamente consensuado y valorado. Es también desconcertante que en el actual proceso de adecuación de los grados al Espacio Europeo de Educación Superior, donde el 90% de las universidades europeas ubica la geografía en el ámbito de ciencias sociales y/ o incluso en ciencias, aquí se nos sitúe en el ámbito de artes y humanidades.
La geografía es una ciencia social que se ocupa de amplios problemas, actúa en el territorio, en el medio ambiente, en el turismo, en la movilidad, en la demografía, en el paisaje, en el desarrollo territorial y local…, y también en la enseñanza, pero ya no es una disciplina sólo centrada en el oficio de enseñar. Eso fue hace años; los geógrafos estamos ahora en gabinetes de planificación, en consultorías, en entidades locales, públicas y privadas, con el objetivo de construir soluciones a los importantes desequilibrios sociales y territoriales que presentan unas sociedades cada vez más complejas.
Es oficio de geógrafos la planificación y ordenación del territorio y, por ello, nuestros compañeros de profesión se sitúan más próximos a las titulaciones de ciencias sociales, como Turismo, Ciencias Ambientales, Sociología, Economía, Ciencias Políticas, Antropología y Derecho. Pero son escasas nuestras conexiones, con filosofía, arte, lenguas… Consideramos que el ministerio debe reconocer nuestra reubicación natural en las ciencias sociales y jurídicas. El colectivo de forma unánime así lo demanda, y lleva muchos años trabajando para esta futura y renovada profesión de geógrafos.